La historia de Rollo el caminante...

Aquel fuerte y poderoso vikingo noruego que conocemos como Rollo, originalmente se llamaba   Hrólfr Rögnvaldsson y fue hijo de Rognvald Eysteinsson que en su tiempo era el Jarl de Møre.

Rollo, como lo estaremos llamando, (porque nos es más familiar y fácil de leer), nació en el territorio de Noruega en el año 870 y murió en Francia aproximadamente en el 932 de nuestra era.

Este increíble vikingo tenía un físico impresionante, media más de 2 metros de altura y pesaba casi los 150kg. Un tipo rudo sin dudas y que por su tamaño se ganó el apodo de “el caminante” ya que según algunas fuentes, cuando montaba a caballo sus pies también tocaban el suelo y según otras, no había una montura capaz de soportar su peso, por lo que decidía andar a pie…  lo que si queda claro es que nadie quería toparse con él en una lucha frente a frente.

El padre de Rollo, era un íntimo amigo del rey noruego Harald I, Rognvald como caudillo vikingo fue uno de los que a base de piratería y pillaje, ayudo a unificar Noruega en un solo reino para asi volver a Hararld I, el primer rey de la noruega unificada. Logrando que fuera un estado próspero y pacifico internamente.  Al parecer Rollo no estaba a gusto y quería su propio asentamiento en tierras más fértiles y de acceso comercial. Sentía ganas de tener más dominios y continúo asaltando y robando en diversas islas escandinavas incluso se volvió un famoso mercenario que vendía su escudo y hacha al mejor postor para así saquear muchos poblados llegando hasta Escocia e Irlanda en ocasiones.

Estos hechos hicieron que su padre se sintiera deshonrado a tal grado que fue exiliado de Noruega, así que con un gran número de seguidores se embarcaron a seguir cometiendo actos de pillajes y así tal vez  encontrar un buen lugar para establecerse.

En el año 890 se apuntó con otros caudillos vikingos para atacar París y conseguir un gran botín. Rollo, llego a costas francesas y construyo un campamento a orillas del Sena, para desde ahí poder seguir adentrándose en Francia, pues Rollo no se detendría hasta conseguir el maravilloso botín que Francia les podía ofrecer.

Durante casi 15 años de ataques y asedios a París, los vikingos comandados por Rollo y otros caudillos, se encargaron de saquear Ruan, Chartres y Paris una vez tras otra, perdiendo algunas batallas pero casi siempre saliéndose con la suya.

Un día el emperador francés Carlos el “simple” que era tataranieto del gran emperador Carlomagno, quien ya había conocido a los paganos muchos años antes, al ver que no podía resistir a más ataques de los vikingos, se sentó a negociar con Rollo, ofreciéndole así lo que el tremendo Rollo siempre busco: Poder y riquezas.

Le cedió una parte de Neustria que incluía el Condado de Ruan, lugar donde pronto formaron la famosa  Normandía. ​ A cambio, Rollón solo se comprometió a evitar que otros grupos de vikingos saqueasen Neustria, jurar lealtad al rey y volverse al cristianismo el y todos sus seguidores y claro para volver más fuerte el lazo de lealtad, Rollo tenía que casarse con la princesa Gisele.

Se cuenta que Rollo no era muy buen esposo y siempre maltrataba a la pobre Gisele, cuando el rey Carlos se enteró, mando a 2 guardias para que protegieran a su hija, Rollo disgustado decidió que lo mejor era colgarlos en la puerta de su castillo.

Aunque no se sabe a ciencia cierta que paso con Gisele, pues Rollo después tomo por segunda esposa  a Poppa de Bayeux a quien  se le atribuye fue la madre de Guillermo, duque de Normandía, y Gerloc (Adele). Lo que sí es un hecho es que a partir de este segundo matrimonio surgiría el linaje más largo e ininterrumpido de la monarquía hasta la actual familia real británica.

Rollón siguió cometiendo actos de pillaje y se siguió apoderando de tierras, expandiendo su territorio hacia el oeste hasta llegar al río Vire, ya cuando estaba muy grande de edad para seguir gobernando, cedió el ducado de Normandía a su hijo Guillermo Espada Larga.

Cuentan las historias, que poco antes de morir Rollo sufría de un problema existencial,  por un lado quería reunirse con sus amigos de antaño en el Valhalla y beber y seguir luchando después de su muerte, pero por otro también quería entrar al reino de los cielos y vivir en paz por la eternidad. Por lo que antes de morir, mando a decapitar a 100 cristianos y los ofreció como sacrificio a sus dioses paganos, al mismo tiempo que mando 100 monedas de oro a cada iglesia cristiana que estaba en su territorio, para que después de su muerte alguno de los dos dioses lo recibiese con los brazos abiertos.

Rollo murió en el año 932 siendo enterrado en la catedral de Ruan y después trasladado a la abadía de Fécamp por orden de su nieto Ricardo Sin Miedo.

Así fue la vida de Rollo el caminante, el Vikingo más famoso de la historia, el antepasado directo de Guillermo el conquistador, el padre de todos los reyes.

  

Clive Standen interpretando a Rollo en la serie Vikings de the history channel